Prefácio
Humberto Sorio
(Carazinho - RS - Brasil -
Primavera de 2018)
Cumple este libro 15 años desde su primera edición en portugués, 2003, durante el V Encuentro Internacional de Pastoreo Voisin, que tuvo lugar en Bagé, estado Rio Grande do Sul, para celebrar los 100 años de nacimiento de André Voisin, los 80 años del maestro Nilo Romero y los 40 años del pionero proyecto en La Conquista. Romero nos dejó en noviembre de 2014, declarándose feliz y realizado por ver que la obra a la cual se había dedicado con empeño y pasión durante 51 años ya no era más suya, sino que del mundo. Pocos meses antes de su deceso me dijo bien humorado "muere un pastor, nunca morirá el pastoreo". El cayado bíblico hoy es empuñado por miles de pastores en todo el continente y la Oceanía. No hay dudas, tarde o temprano llegará a todos.
A pesar de inveterado y casi visceral optimista, no esperaba que este libro viniese a alcanzar tanta repercusión y fuese leído por tantas personas de todas las regiones de Brasil y todos los países de las Américas. Hace 12 años que ha salido la primera edición en español, esta es la cuarta. En portugués, con tres ediciones, son casi 3 mil ejemplares en las manos de sus lectores; en español, ya son casi 4 mil. Tengo guardadas en mis archivos cartas de lectores y lectoras, unas con elogios que me hicieron sonrojar, otras con sabias críticas y sugerencias puntuales que me hicieron reflejar. Los que nos vinculamos a este fascinante tema del Pastoreo Racional somos muy sensibles y emotivos. Mil gracias a todos y todas. Solo por haberlo probado esta tan refinada sensación ya tendría valido los esfuerzos para escribirlo, editarlo y difundirlo.
Registro con indecible satisfacción que el Pastoreo Voisin es aplicado en todos los 27 estados de Brasil y todos los países de Nuestra América. Pienso, no sin una puntica de vanidad, que el libro ha contribuido para esta expansión. Tras su lanzamiento estuve en misión pastoril en 16 estados de Brasil y 13 países de los tres subcontinentes, fuese para dictar conferencias, ministrar cursos, orientar capacitaciones a profesionales de ciencias agrarias, visitar a proyectos en curso, dialogar con productores. Hablé ya para miles y miles de personas, siempre lo hago con alegría y entusiasmo casi juvenil. Me encanta estar en esta edificante misión. Percibo con claridad que el factor más decisivo del vigor del Pastoreo Voisin es la maturación objetiva de las condiciones favorables para su reconocimiento como sistema productivo económicamente viable, ecológicamente adaptado y socialmente recomendado. Todo eso me enorgullece y eleva el espíritu.
Esta expansión se le debe a las loables iniciativas de los ganaderos en concebir, implantar y poner en marcha proyectos en carácter privado en sus fincas, estancias, haciendas, predios, sea el nombre que se le quiera atribuir. Los profesionales de ciencias agrarias, de nivel medio o superior, han descubierto que el sistema se constituye en senda oportunidad de trabajo y se capacitan cada día más para asesorar a los productores que quieran vincularse a la indispensable asistencia técnica con vistas a expresivos resultados técnicos y económicos. Mención de honor a los trabajadores que se encargan del cotidiano de los proyectos, sin ellos no habría la práctica.
Se comprobó que pasturas manejadas bajo las cuatro leyes de Voisin son capaces de recuperar suelos empobrecidos, propiciar mejor renta a los ganaderos y cooperar en los esfuerzos de captura de carbono y mitigación de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), tan en boga en estos duros tiempos del calentamiento global. En Costa Rica el Pastoreo Voisin es la tecnología más empleada en el Programa Nama Ganadería, sigla en inglés de Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación de los GEI. La ganadería puede salir de la silla de los reos a la consagración como amiga del ambiente natural y la humanidad.
Si el Pastoreo Voisin si expandiera con más intensidad por todas las geografías del continente, seguro que no necesitaríamos, especialmente en Brasil, despender todos los años tantos recursos materiales y financieros en el derrumbe de millones de hectáreas de florestas para formar pasturas y después manejarlas de modo irracional y predatorio, degradándolas irreversiblemente. Si el sistema pudiese ser adoptado con más amplitud por micros y pequeños ganaderos, millones de ellos estarían en confortable condición económica y social y no serían obligados a vivir amenazados por el fantasma de la migración y el tormento de que sus hijos tengan que marcharse a las ciudades a buscar empleos inciertos y mal remunerados. Habría de constituirse en el más osado y efectivo programa de erradicación de la pobreza rural y promoción social jamás visto en muchos países, con dispendio de muy modestos recursos financieros. Albergo la esperanza de que las autoridades públicas, las cooperativas y los agentes privados que actúan en el medio rural un día se den cuenta de la importancia de considerar este programa.
Todos los capítulos de esta cuarta edición fueron revisados y ampliados, muchas modificaciones introducidas. El progreso no se detiene y el conocimiento se consolida por medio de la práctica, que es el mejor criterio de la verdad. He dedicado mucha atención al tema Agua. Son raros los textos que indican como planificar y ejecutar correctamente el abastecimiento del dicho líquido precioso, el segundo alimento más importante para nosotros y los animales pastadores. Sin agua buena no hay pasto bueno. En los tratados de zootecnia el tema era apenas tocado, no recibía de los autores más que meras frases de cortesía. En todos los otros, he dedicado alguna atención para corregir pequeños errores o perfeccionar algún concepto.
Soy agradecido a las personas que me ayudaron a escribir este libro. Espero que esta edición cumpla la misma y gloriosa trayectoria de las anteriores. Mi mayor aspiración es que los lectores me hagan llegar sus críticas y sugerencias. A todas les daré la máxima atención. Comuníquense conmigo por el sitio www.pastoreiovoisin.com.br o por el correo electrónico sorio.voisin@brturbo.com.br.
Como se nos enseñó José Martí: "El sol quema con la misma luz que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz".
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